Vendetta

No soy Quevedo, pero por lo que veo tú vas de Góngora, Galatea. Si galanteas como un gato de angora en celo yo te busco un Polifemo, que te eche el ojo en tu fábula: Para que confabules tus bulos sin tener que bajar más cremalleras… no te desabroches, no más gatos por liebres en tu fiebre del sábado noche. ¿No sabes que soy libre? Escapé a través del poster de Raquel Wells. En el cielo oscuro del patio de la prisión eras mi luna: quedaste presa entre sus cuatro paredes y ahora delatas a un recluso nuevo en cada intento de fuga. Estás a pan y agua y se te va a pasar el arroz. En el corredor de la suerte y  te has condenado a cadena perpetua. Yo estoy condenado a tirar de la cadena, nena, tu mierda huele demasiado. Seré tu eslabón perdido, desencadenado en la gran ciudad como un licántropo exhalando feromonas. Un hombre-lobo madrileño en Barcelona. Da la alarma: ladra las palabras, las ataré como a perras, con un par de mis frases enseñando sus fauces como fieras. Te depredo como quieras pero por un euro más hazme el menú gigante: será como tu culo… XXL y sobre él talladas: mis dentelladas, en su autopsia detalladas, bajo las tiras apretadas de tu tanga quedarán con estilo dórico. Será terrorífico pero hecho con elegancia, con paciencia: que solo son metáforas para el que no lo entienda. Nocturnidad y alevosía: tú propagas la sarna, yo solo escribo poesía. No soy el Zorro, zorra; Este es mi slogan: yo os firmo el firmamento. La pluma, más fuerte que la espada: mi armamento. Estos versos macarras sobre una Harley: mi regimiento. Daremos un recital de ostias muchachos: Yo y mis mariachis borrachos de Mahou haremos sonar a Wagner en la escena como en Apocalipis Now. El cielo cabalgamos. El puro de Annibal Smith nos fumamos. Será épico, no llames al Equipo A porque tengo un plan B: no habrá quién nos calle mientras tú haces la calle via wifi. En tu perfil añadiría desayuno y cama incluidos además de un paseo en bici. Alicia, regresa al mundo real, a través del espejo, que yo te como el conejo para devolverte al país de las maravillas. Te meteré en mi chistera cuando quiera. Te haré reina de corazones para que cortes mi cabeza, que yo cortaré tu baraja como un mago: chasqueando los dedos. No cuentes más cuentos: no saldrán tus cuentas… pero cuenta… ¿Cuántos lobos te has follado? ¿A cuántos has engullido?… Hija, tu no eres Caperucita roja, tú eres una mantis caprichosa buscando un semental y yo en este estado mental solo puedo eyacularte un verso en la cara.